La semana pasada asistí a unas conferencias tituladas los Derechos Humanos de los niños en España, las organizaba la Asociación por la custodia compartida. Me interesaba la comunicación de Prado Esteban en la que presentaba su libro Feminicido o Autoconstrucción de la mujer, por eso estuve allí.
Las reflexiones de los ponentes fueron variadas, algunas desde el punto de vista de la política, de las leyes, de la abogacía y de las familias. No había ningún niño, aunque se habló mucho de sus derechos.
Se habló de violencia institucional, concepto que nunca había escuchado, y que me pareció muy atinado para describir un sistema vertical basado en la obligatoriedad y en la desconfianza en el individuo.
Se habló sobre la ley que pretende proteger a la mujer de la violencia de Género, como una ley que sitúa a la mujer en posición de víctima y fomenta la guerra entre sexos. La sobreprotección legal de las mujeres nos aleja de nuestro poder. Del poder de defendernos y sobre todo del poder de solucionar conflictos. No voy a discutir que en esta sociedad hay machismo, pero el hombre no es el culpable de la violencia, el sistema jerárquico patriarcal ejerce violencia en todos los seres. El sistema laboral es violento, el sistema legal también, el bancario, el electoral, el político, el educativo, los medios de comunicación y por supuesto las relaciones entre personas.. A riesgo de que me llamen neomachista, sostengo que un conflicto debe ser visto desde diversos ángulos, (cómo mínimo desde el físico, mental, emocional y de conciencia) no podemos únicamente mirar lo que sucede en lo físico porque quizá se ha producido antes una gran cantidad de violencia emocional y psicológica. Por otra parte creo que en los conflictos entre adultos la responsabilidad debe repartirse siempre al 50%.
Me llamó también la atención que Francisco Serrano habló sin pelos en la lengua y poniendo ejemplos de que las leyes no protegen a las mujeres en este país, sino que sólo la protegen en el ámbito familiar. (Si una prostituta es apalizada en la calle o una anciana sufre un atraco, la ley no acude ni rápida, ni resolutiva como en los casos de violencia ejercida por maridos o novios). Lo que nos intentan vender los medios y las instituciones es la idea de que el entorno doméstico es un entorno hostil, peligroso para las mujeres. De nosotras depende comprarlo o no. El medio domestico ha sido el lugar de poder para las mujeres históricamente, creo que es un avance que las tareas del hogar y de cuidados (depende de la edad del niño) se compartan entre la pareja, pero lo que ha sucedido es que las mujeres hemos abandonado ese lugar de poder y lo han ocupado las instituciones (guarderías, colegios, extra-escolares), las multinacionales (comida precocinada, comida rápida plagada de conservantes, colorantes pesticidas....), las farmacéuticas y los hospitales (antes las mujeres teníamos recursos para curar dolencias leves sin tantísima dependencia de fármacos y médicos)... El problema es que todas estas organizaciones no cuidan el bienestar familiar sino que cuidan su propio beneficio. Lo que vino a decir en resumen es que hay un intento deliberado de cargarse a las familias a través de leyes como las de el divorcio exprés o las de violencia de género que fomentan la guerra entre sexos. Cuando las familias se destruyen los niños son los principales dagnificados.
Cuando las familias se destruyen quedamos expuestos y solos. Tradicionalmente la familia ha sido fuente de apoyo para el individuo y en tiempos difíciles es importante cuidarla y fortalecerla.
Todo lo que se dijo me pareció importante, pero lo que no se dijo, lo que yo sentí sentada en una de las últimas filas observando a la mayoría de hombres sentados entre el público,lo fue más. Se respiraba un inmenso dolor, el dolor de haber perdido a sus familias y principalmente a sus hijos. Cuando el tiempo pasa las diferencias entre la pareja se verán de otra manera o tendrán menos importancia y las consecuencias en la vida de un niño criado sin padre o sin madre o escuchando palabras de odio entre ellos son difíciles de reparar. El dolor de un niño al que se ha puesto un precio y se siente moneda de cambio, que se siente un estorbo para que su padre/madre rehaga su vida de pareja y que siente el desprecio que sus padres se tienen, conformará su autoestima. Los hijos son 50% padre y 50% madre odiar a la pareja es odiar al hijo. Ese dolor lo cargará la sociedad del futuro.
Yo defiendo que devenir padres es madurar, es salir del egoísmo para entregarnos al recién llegado. No digo que sea fácil y sé por experiencia que hay que reestructurar muchísimas cosas en la pareja, pero es un esfuerzo que debe ir unido a la maternidad/paternidad y tendrá sus recompensas.
Otro artículo mío sobre la crisis de pareja tras el nacimiento de un hijo.
Te felicito desde Argentina por este articulo que escribiste. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Soy un hombre que opina lo mismo que vos y le agrego mas aun, la violencia de genero es de genero y en ese sentido deberia entenderse y no llevarlo solo al femenino como ocurre aca tambien. Os lo escribiste. Si bien es una sociedad machista, la mujer ha ganado un lugar importante en la misma con mucho esfuerzo, llegando a ocupar lugares importantes que solo eran de hombres.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que decis de los hijos es una realidad y la vivo en carne propia y escucho a diario mujeres que se divorcian y por lo que fuere su arma de guerra son los hijos de ese matrimonio que nacio con amor y que con el tiempo por un 50 y 50 se perdio, pero eso no quita en un 90% que las perzonas que lo integraban fueran malas, todo lo contrario. Siguen siendo buenas personas pero llenas de dolor por el fracaso. En ese momento y como lamentablemente la justicia por lo gral. En paises como los nuestros hacen que los hijos vivan con la madre y no el padre, teniendo este un regimen de visita, se conviertan esos hijos en armas de guerra de las mujeres para torturar a su exmarido hasta que los hijos crecen y si pueden despues de muchos años ver algo de la realidad y con mucha terapia encima, puedan encontrar algo distinto a lo que les inculcaron... En muchos casos a veces llega a ser tarde como para tener una charla con ese padre, poder abrazarlo y amarlo como se lo merecia.....
Gracias por tus palabras. Entiendo lo que dices y veo mucho sufrimiento alrededor de este tema, además parece que las series de televisión y los medios en general normalizan y alientan este tipo de comportamientos (al menos en España). Divorcios y peleas de pareja dónde desaparece el papel de cuidadores y protectores de los hijos. En fin...yo tengo confianza en las nuevas generaciones. Gracias y saludos
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