Hace un tiempo asistí a una conferencia que dio Mónica de Felipe de Grupo Maternal sobre la crisis de pareja tras el nacimiento de un hijo. La charla se llama "de pareja a trío" y puedes escucharla aquí, es muy recomendable.
Cuando terminó la charla y los asistentes empezamos a intervenir, me resultó muy llamativo como varios asistentes se pusieron a la defensiva por un comentario que hice. Hablando del papel del padre y de la madre, comenté que la mayoría de problemas derivan de la confusión en las jerarquías, es un tema claro de liderazgo. Que en la gestión de la crianza (hablo de los 9 primeros meses) la madre está conectada al bebé y es la que decide). Estando clara esta jerarquía y siendo la madre una buena lider, es decir conectada con su poder y segura de su capacidad de decisión, se suavizan todos los problemas.Hasta dónde sé y desde mi experiencia entiendo que si la mujer se empodera y actúa como líder todo se recoloca fácilmente a su alrededor. Bert Helinguer (el creador de las constelaciones familiares) dice que una frase sanadora de la pareja es que la mujer diga al hombre "Yo te sigo si tu me sirves". Para mujeres con nuestra educación suena machista pero para mi, con la maternidad a adquirido mucho sentido. Antes de estar embarazadas podemos jugar a ser iguales, a partir del embarazo la diferencia se hace presente.
La mujer está entregada en cuerpo y alma al nuevo ser, está dando y dando, anteponiendo sus necesidades a las del bebé, en la mayoría de los casos. La madre cambia totalmente su vida, sus actividades, casi pierde su identidad exterior. Todo aquello con lo que antes de identificó su independencia, su capacidad de generar dinero, su imagen física, sus adicciones, su trabajo productivo y/o creativo quedan aparcados por un tiempo para dedicarse al bebé. La madre se encuentra en un vacío que revela un laberinto emocional que antes había permanecido bajo control, sus prioridades cambian y le cuesta comprenderse y aún más comprender a su pareja.
El padre deja de recibir la atención de su pareja, cuidados, sexo, y a cambio tiene que cuidarla, proveer para todos y hacerse cargo de más tareas y responsabilidades del hogar que antes. También se encuentra en un vacío fértil que le brinda la oportunidad de salir fortalecido y de madurar. De eso se trata la crisis, es una oportunidad de maduración para la pareja. Es un aprendizaje del muno del otro, se necesita mucha comunicación. El padre mantiene el ancla de la familia con el mundo y la madre muestra al padre el mundo de la conexión con el bebé, para poco a poco aprender a ser padre, a pensar en las necesidades de ese nuevo ser. Unos años más adelante él padre adquirirá el papel protagonista.
En las pasadas Jornadas de Crianza en Red en la intervención de Alejandro Busto hablaba de este orden: La mamá cuida al bebé, el papá cuida a la mamá y alguien preguntó ¿Y quién cuida al papá?
El contestó honestamente que su propia madre. Esto lleva a la conclusión de que un hijo bien maternado será un buen padre y también cambia por completo la concepción del papel de la suegra.
Ya estoy pensando en que cuando sea suegra crearé el blog "Suegras conscientes". . . Queda mucho para eso, mejor escribo un post cuando pueda.
Para terminar un consejo práctico. Roberto y yo cuando esperábamos a Martín, conscientes de lo importante que es el papel de los dos padres en el desarrollo cerebral del bebé, principalmente los primeros tres años decidimos hacer un acuerdo:
Llevamos cinco años conviviendo en pareja, lo que significa que podemos hacerlo. Así que los próximos tres años nos comprometemos a seguir juntos y ha arreglar las diferencias que surjan por el bien de nuestro hijo.
Lo interesante de este pacto es que cada desencuentro y cada discusión siempre han tendido a la construcción, a la comunicación y al diálogo. El separarnos no es una posibilidad en este periodo.
Nos ha ido muy bien, ya va ha hacer dos años del nacimiento de Martín y hemos crecido muchísimo en este tiempo.
Que visión tan interesante. Me quedo por aquí que veo que tengo mucho que leer e interesantes cosas para comentar contigo. Totalmente de acuerdo en que el imprescindible empoderamiento de la madre y el incondicional apoyo del padre para mantener el triángulo en equilibrio. Lo de las Suegraas Conscientes será el siguiente paso a cambiar cuando las Madres conscientes y los Padres conscientes sean mayoría. Felicidades.
ResponderEliminarGracias por pasar por aquí. Lo de las suegras conscientes (en la medida que podamos) seremos nosotras, las que hemos procurado ser madres conscientes. Gracias y un abrazo
EliminarExcelente reflexión, las relaciones deben repensarse con la maternidad/paternidad. Estoy totalmente de acuerdo. Y coincido en que la madre pasa a ser el centro. Si no... ¡crisis de pareja al canto!
ResponderEliminarLa teoría freudiana que concibe al padre como elemento socializador, con el deber de interferir en la relación de amor de la madre con sus hijxs, es absurda y peligrosa. ¡Más madres psicoanalistas, por favor! :)
Saludos!!
Gracias Matriarcal. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Se necesitan más madres psicoanalistas y más madres de todo para inclinar la balanza de tantas historias contadas desde el punto de vista de los hombres. Gracias y saludos.
EliminarGracias por el post, está muy bien este punto de vista, es más ahora comprendo muchas cosas que desde mi experiencia personal con mi segundo hijo me llevaron a la ruptura matrimonial. Cuando dices un hombre bien maternado, a que te refieres exactamente. ¿Durante la infancia? ¿O en el momento de ser padre que recibe ese cuidado de su madre? Gracias y un abrazo de luz.
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