Lactancia prolongada

A propósito de la semana de la lactancia materna y para colaborar de alguna forma en ella he decidido compartir algunas reflexiones sobre mi experiencia. La mayoría ya conocemos los muchos beneficios que tiene amantar tanto para la madre como para el hijo. Hoy voy a escribir sobre los beneficios que yo he encontrado y de los que nadie me había hablado antes de ser madre:

LA MADUREZ

He encontrado una relación entre la lactancia y la madurez. Para mi es evidente que el cambio de hábitos alimenticios hacia una dieta más sana, completa y equilibrada es un síntoma de madurez y responsabilidad sobre nuestra propia vida. Dar teta despierta el apetito y cuando no estás bien alimentada notas mucho la falta de energía, por lo que en esta época, las madres ponemos un especial énfasis en alimentarnos mejor, en aprender sobre alimentación y en escuchar a nuestro cuerpo y a nuestras apetencias.

La madre es la principal proveedora de alimentos, de o no el pecho. Por esto amamantar es de gran ayuda para después alimentar bien al bebé y tomar la responsabilidad sobre su salud, ya que te pone en el camino de la alimentación sana y de estar muy enfocada en el tema.

EL AMOR

Para criar a un hijo con respeto es necesaria una paciencia infinita y un amor grandioso por la criatura. Realmente es un trabajo emocionalmente duro para adultos como yo, criados en un sistema patriarcal y con una infancia teñida de abusos y desamparo. Así que, el amamantamiento prolongado se convierte en el mejor aliado, porque pone en nuestra sangre un coktel hormonal de oxitocina y prolactina que nos mantiene en un estado de enamoramiento infinito y continuo. ¿A quién no le gusta estar enamorada? Este es el periodo de enamoramiento mas largo y profundo en la vida de una mujer. Mi hijo merece este amor y yo merezco esa ayuda hormonal dada mi historia. Parafraseando a Michael Odent, el tejido social merece estas dosis de hormonas del amor y del cuidado. Si todas las mujeres estuviésemos en este estado largos periodos este mundo seria lugar mejor.

EL PLACER

Cuando tenía 12 años y cursaba séptimo de EGB una bienintencionada maestra (por la que siento un profundo agradecimiento) decidió usar sus horas de tutoría en darnos clases de educación sexual. Las clases fueron muy útiles. Nos explicó muchas cosas de nuestros cuerpos y de sus funciones, recuerdo que un día cada alumno debía escribir una pregunta, una duda sobre sexualidad. Luego fue contestándolas, pero la mía no tuvo respuesta, incluso recuerdo que varias compañeras se rieron de mí por preguntar aquello. Mi duda era:

¿Qué tienen que ver las tetas con el sexo?

La verdad es que todas las explicaciones se limitaban al aparato reproductor y los genitales. Yo sabía que el pecho tenía algo que ver pero no encontraba conexión, ahora poco a poco y gracias a la maternidad, a la lactancia, al estudio sobre el útero y a Casilda voy confeccionando mi propia respuesta. Aquí va parte de esta respuesta:

- El pecho está conectado con el útero. Acariciar el pecho y estimularlo es muy importante para el placer femenino y para lograr los orgasmos uterinos. Las mujeres de las sociedades prepatriarcales dibujaban mapas del recorrido del placer sexual por sus propios cuerpos en vasijas y otras superficies de barro.

- Los entuertos demuestran que el pecho y el útero están conectados. Cuando el bebé succiona el calostro, las madres sentimos una especie de calambres musculares (si tienes el útero empastico). Cada succión estimula los músculos del útero para contraerse y volver así a su lugar.

- El placer de amamantar. Martín tiene casi 15 meses y "todavía le doy teta" y no somos nada discretos, en cualquier lugar o situación ahora me pide a gritos teta!! teta!! con una gracias que me lo comería y con la misma gracia me sube la camiseta, retira el sujetador y se engancha como si fuera un chotillo. Y me preguntan por qué "todavía" doy teta. Pues porque me encanta y aunque sea políticamente incorrecto decirlo, porque siento un placer inmenso. á ó í é ú

Ese placer se ha demostrado que es un placer sexual. Los mecanismos de salida de la leche nacen del contacto íntimo con el hijo, del sentimiento de amor. La leche sale del pecho por eyección, es un proceso idéntico al de la salida del semen en el hombre. Estos procesos requieren una estimulación previa, en el caso de la lactancia, se consigue a través del contacto y de la succión, contrariamente a lo que se cree la leche no es succionada, sino eyectada hacia la boca del bebé.

Aquí dejo el link hacia un interesante artículo de Casilda Rodrigáñez Bustos, en él se pueden encontrar fuentes y datos técnicos de algunas cosas que he escrito anteriormente: Amamantar por placer by Casilda Rodrigañez